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Cortometraje

Claudia a través del cristal

En uno de los relatos de Si una noche de invierno un viajero, Italo Calvino escribe sobre la visión de una mujer. Esa visión trastoca toda la realidad física: los árboles, las calles y el suelo llegan a desaparecer. Todo se convierte en confuso e irreal. Lo único que permanece inmutable y reconocible es esa mujer.

Otro. Uno de los personajes de Ciudadano Kane, el señor Bernstein, le confiesa al periodista el recuerdo permanente de una visión.

BERNSTEIN: Uno recuerda más cosas de las que se imagina. Yo, por ejemplo. Un día de 1896 iba a Jersey en barco. Mientras salía mi barco llegaba otro. En él iba una chica. Llevaba un traje blanco…y una sombrilla blanca. Sólo la vi un segundo. Ella no me vio. Pero desde entonces no ha pasado un mes sin que pensara en ella.

Claudia a través del cristal es una historia sobre el recuerdo y el arrepentimiento. No me refiero al arrepentimiento por cometer un error, pues eso es muy humano y necesario. No. Hablo de un sentimiento a mi juicio más terrible, y es el arrepentimiento por no hacer algo. La cobardía y el temor ante un deseo que puede suceder o no, pero que nunca será resuelto sin ese primer paso.

La ventana actúa como otro encuadre por el cual el muchacho (el espectador) ve pasar la realidad física. El autobús circula por calles anónimas; pasando delante de fachadas, árboles, transeúntes, sufriendo las inclemencias del tráfico. Pero es Claudia, y sus continuas apariciones y desapariciones por los márgenes de la ventana, lo que permanece reconocible para el protagonista. Ese punto de identificación entre la mirada del muchacho y la mirada del espectador permite la ruptura del tiempo narrativo. En un mismo plano confluyen las tres edades de Claudia, rechazando cualquier lógica espacial y temporal. Así, nada cambia, ni la moda, ni los vehículos, ni la apariencia de las fachadas. Sólo cambia el tiempo narrativo. Sólo la edad de Claudia.

Y el muchacho al descender en su parada, recordará a través de los años todas esas veces en las que vio pasar a Claudia. Esa muchacha que una vez, en la gris rutina de un trayecto en autobús, apareció para convertirse en un anhelo y permanecer en la memoria. Ya de anciano se preguntará de nuevo, como el perdedor resignado, qué hubiera cambiado de su vida si se hubiera decidido a bajar al ver a la muchacha. Se dice, para convencerse, y puede que tenga razón, que no hubiera cambiado en nada.

 

Claudia a través del cristal formó parte del catálogo Curts 2012 distribuido por el IVAC- Filmoteca Valenciana.

 

  • Duración: 13 minutos

  • Formato: 16:9 Color

  • Cámara: Sony CineAlta HDW-650F

  • Año: 2010-2012